jueves, 29 de noviembre de 2007

METODO MASONICO: "Introspección".- 5ª Falacia de la Masonería


Este es otro de los principios que -según los masones- conforman el método masónico, que utilizan para la "transformación del hombre". Esa es su recurrente cantinela para la captación de sus miembros

Lo primero que sería necesario decir, es que como todos sabemos -excepto al parecer los masones-, la psicología niega la validez de la introspección como método para alcanzar un conocimiento objetivo de si mismo.

 
Es decir, la introspección masónica, como método de conocimiento, es una falacia más de las que utiliza la masonería, pues, nuestra mente aún no nos es accesible. Quizás, porque como decía Anaxágoras, 500 años a.C.: La mente es la más fina y pura de todas las cosas.


Por ello ¿Quién puede analizar la conciencia?.

 
El método introspectivo que mantiene entre sus principios la masonería, se me asemeja a la imposibilidad de aplicar una herramienta a sí misma y, es tan inútil como tratar de remontarnos del suelo, mediante un tirón de los cordones de nuestros propios zapatos.

 
Pues bien, los masones siguen proclamando la introspección -a pesar de que este método nació y murió con su creador- y, el viejo discurso de la filosofía moral, para -según ellos- desentrañar las facultades humanas superiores y, alcanzar el socrático "conócete a ti mismo".


Dado que obviamente, con la introspección masónica, no es posible obtener ningún resultado que pudiera calificarse de real ó científico, cuando los "maestros masones" se manifiestan verbalmente o por escrito sobre éste tema, todos ellos utilizan las mismas ó parecidas expresiones metafísicas, para justificar ante los aprendices de la logia, que "la introspección es el método para conocerse a sí mismo".


Sin embargo, no les informan que la introspección fue una teoría, de Guillermo Wundt, según el cual, para que fuera objetiva, debería ser sometida a un control riguroso en el laboratorio y, aún así, conduce a dispares resultados, en función de quien sea el observador, aún cuando se utilice el mismo procedimiento. Insisto, no es posible aplicar una herramienta a sí misma, es necesario que alguien la maneje, y nadie la maneja igual a otro. Algo tan elemental no es posible que siga formando parte del método masónico. ¡Es inaudito!.


Es decir, al aceptar y postular la introspección como válida, los masones continúan preconizando que la mente es un ente independiente del cuerpo físico, siguiendo así las teorías de Descartes, que aceptaba las de Platón.


Como todos sabemos desde hace décadas, la mente no es más que la actividad de la materia del cerebro. Por ello, al ser humano no le es posible reconocer ni explicar -aún- los datos de nuestra percepción interna, como indicadores fehacientes de nuestras ideas y pensamientos.

Por ésa razón, las entidades mentales que defiende la masonería para realizar su introspección, son sólo fantasmas metafísicos, anclados en las creencias idealistas y místicas, muy alejadas de los datos que ofrece la ciencia en el estudio de la mente.

 
En mi opinión, ése proceder es una prueba más del arcaísmo de la masonería, y al que me he referido en otro lugar de este blog, pues, no reconocen -o no les interesa hacerlo para justificar la vigencia de la doctrina masónica- que la aparición en las primeras décadas del siglo XX , de las denominadas ciencias humanas -psicología, antropología y sociobiología-, han reducido sus especulaciones mentales a simples charlas de café, aunque las desarrollen en sus logias masónicas.


Por ello, quizás la actual masonería, debería actualizarse y, abandonar sus ya antiquísimas premisas ontológicas, pues, la única manera de conocer la condición humana, es decir, nuestros sentimientos, emociones y pensamientos; así como el marco a través del cual miramos al mundo, y aprendemos acerca de nosotros mismos, ha de ser investigando nuestras bases biológicas, en los campos de las neurociencias, la sociobiología y la psicología evolucionista.

 
A nivel individual, la autoobservación humana, mediante la capacidad reflexiva, es la única posibilidad de autocomprensión, es decir de asumir la conciencia de la propiedad realidad. El resto de postulados masónicos, sólo son milongas para incautos.
 
 
He ahí el motivo por el que considero dañino el mensaje masónico, ya que su deliberado inmovilismo en el pasado que la vió nacer, posibilita en la actualidad la desinformación y la tergiversación, en las creencias de muchos de sus afiliados, pues, siguen basándose -para alcanzar su "sabiduría"-, en la teorización especulativa sin base, que los masones continúan imponiendo a sus aprendices recién captados, haciéndolos comulgar con ruedas de molino, tales como que al citado y célebre "conócete a ti mismo", se llega mediante la introspección masónica.

Es evidente, que carecen de razones empíricas y lógicas, para forzar a sus miembros a creer en la existencia y eficacia de la introspección como pilar fundamental para conocerse a sí mismo.

Esa es mi creencia, ya que durante el tiempo que permanecí en la logia masónica, sí escuche constantemente las soflamas que los maestros masones, nos lanzaban a los aprendices y compañeros, sobre la introspección. Sin embargo, nunca me mostraron un laboratorio de psicología en la logia; a pesar de ello, cualquiera de los maestros se consideraba legitimado por su "mandil de maestro masón", para disertar sobre el tema.
 
 
Cansado de esas peroratas, hube de manifestar mi creencia de que en nuestros días, la introspección es un método tachado de acientífico por todas las corrientes de la moderna psicología clínica y evolutiva. Obviamente -una vez más- mis comentarios no fueron gratos.
 
Y como siempre para finalizar, unas "perlas" de la metafísica y retórica masónicas, extraídas de escritos y libros de masones.
 

ooooooooooOoooooooooo



 
El "secreto" masónico, al que, como algo pintoresco, se refieren peyorativamente algunos profanos, es la expresión del profundo respeto que merece la introspección realizada por cada uno en condiciones psicológicas muy concretas e intransferibles a situaciones de convivencia diferentes.
 
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Quiero terminar este trazado con la Ley que dice: Para llegar a discernir los principios de la naturaleza y por consecuencia del ser humano, primeramente debes ser conocedor de tu mente y del mundo psicológico.

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Para ello, tendrás que: Agudizar tus sentidos. Abrir tu corazón. Disponer tu entendimiento. Sintonizar con el Infinito. Comulgar con el Universo. De esa manera, se cocinan los más puros sentimientos, se abre el intelecto, la intuición se materializa, se aumenta la percepción y se cristalizan las acciones concretas, las ideas, sentimientos e intenciones concebidas para cumplir el mandato impuesto a todo masón, que es Esparcir la Luz.
 
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¡Que el guardián interior de nuestro criterio esté constantemente alerta, a la puerta de nuestra conciencia para distinguir y separar el error de la verdad, así como con la criba sagrada se separaban en Eleusis las benéficas semillas alimenticias del trigo, de las tóxicas semillas adormecedoras de la amapola.
 
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Cómo decía Thomas Paine: "argumentar con una persona que ha renunciado a la lógica, es como dar medicinas a un hombre muerto".
 






domingo, 18 de noviembre de 2007

METODO MASONICO: "Crecimiento personal".-4ª falacia de la masoneria

Entre otras muchas "virtudes masónicas", la masonería te propone un "camino nuevo" y un futuro cuasi idílico, eso sí, cuando llegues a "conocerte a ti mismo".

Evidentemente juegan con ventaja, les consta que son muchos los seres humanos, que se encuentran rodeados de soledad física y/o espiritual y, por ello, se convierten en incansables buscadores. Algunos de esos seres humanos, arriban al lema masónico (un sincretismo más, de los muchos que utilizan) de Libertad, Igualdad y Fraternidad, con ingenuidad e idealismo, creyendo que efectivamente, pertenecerás a una organización en la que se respetan los valores que integran esa trilogía.


De tu creencia, toman buena nota y, para mantener tu tensión, usan métodos y etapas que se corresponden con los "grados" que tienen establecidos: aprendiz, compañero y maestro; todo ello estructurado con grandes dosis de dramatismo en sus rituales o psicodramas.
 
En su libro ¿Qué es filosofía?, D. José Ortega y Gasset nos dice:

El dramatismo es la tensión sobre normal de nuestra alma, producida por algo que se anuncia para el futuro, al que en cada instante nos aproximamos más, de suerte que la curiosidad, el temor o el apetito suscitado por ése algo futuro se multiplica por sí mismo, acumulándose sobre cada nuevo instante. Si la distancia que nos separa de ése futuro tan atractivo o tan temible es dividida en etapas, la arribada a cada una de ellas renueva y aumenta nuestra tensión. El más allá de la primera etapa interesa, pero interesa mayormente el más allá de ése primer más allá, y así sucesivamente. Todo buen dramaturgo conoce el efecto de mecánica tensión, que produce esta segmentación del camino hacia un futuro anunciado.


Para explicitar la falacia que comento, es necesario decir, que según la moderna psicología, cada uno de nosotros se convierte en el principal artífice del sentido que tenga su vida y, también, aún cuando sea difícil de admitir, de su carencia.
 
Es decir, los seres humanos debemos encauzar nuestra vida sin ninguna suerte de dependencia. Esa es la primera de las libertades individuales.
 
Cuando dejamos que la posibilidad de elegir ese sentido dependa de otros, estamos renunciando a  nuestra libertad individual.
 
En la masonería, te ofrecen esta falacia de "crecimiento personal", para que aquella posibilidad la deposites en sus manos; es decir, para que sean ellos -con su método- quienes den sentido a tu vida.

De ahí sus tretas metafísicas para convencer a los "neófitos", con los que utilizan la retórica de la "iniciación masónica", mediante la cual -según ellos- tu vida adquirirá sentido. Olvidan que "la simple lectura del fenómeno humano implica, por sí misma, búsqueda de sentido"; dice Teilhard de Chardin.

Su doctrina da por sentado que tu vida no tiene, ni ha tenido sentido antes del momento en que te has interesado por el masonismo; por ese motivo, -o quizás por prepotencia, como no ha mucho me decía un anónimo comunicante- la denominación que aplican a los no masones (profanos), denota el desprecio que sienten hacia los Otros, innegable si nos atenemos al significado de profano en el diccionario de la RAE, término con cuyo antónimo la masonería, se define a sí misma como sagrada, y que explícitamente se desprende de la siguiente "perla masónica":

La masonería ha insistido siempre en que su metodología iniciática, tiene una formulación ritualística y una liturgia que, aún no siendo religión en el sentido usual del término, responde a inquietudes humanas semejantes, dando lugar a análogas controversias.
 
Se puede decir más alto, pero no más claro.
 
Pues bien, una vez que has ingresado en el masonismo, ese "crecimiento personal" que prometen, lo circunscriben a expresiones utópicas, como la típica y tópica de "labrar cada uno su piedra bruta, para construir el gran templo de la humanidad" y, también la de que "solo se conseguirá con la muerte espiritual del hombre"; recurrente expresión, que usan para jugar descaradamente con las ideas innatas de la perfección, según la teoría de Descartes.
 
Algunos quisieran que Dios creara otro mundo y otras perfecciones para satisfacer su extravagante fantasía. Este es uno de los aforismos de Baltasar Gracián , en su "Arte de la Prudencia" (1647).
 
He ahí la endeblez del conjunto de la doctrina masónica y, en mi opinión, el más dañino de sus postulados, al que continuamente mantienen presente en todas sus tenidas (reuniones, en argot masónico), mediante los trasnochados rituales que utilizan; me estoy refiriendo a LA UTOPÍA. Con esa metodología, evidencian sin lugar a dudas, que ese es su único apoyo intelectual, al que -faltaría más- juegan con las reglas que en cada ocasión les conviene.
 
Como tiene escrito Fernando Savater: la utopía es la primera recomendación de los que no saben que decir, pero quieren quedar bien.
 
La utopía es un rompecabezas formado con piezas incompatibles.
 
La utopía propone delirantemente lograr un hombre nuevo en un orden en el que predominaría alguno de nuestros ideales (justicia, igualdad, libertad, armonía con la naturaleza) pero sin ninguna desventaja ni contrapartida dañina.
 
Las utopías llevan a la inacción o a la desesperación destructiva, porque nada es tan bueno como debería ser.
 
La doctrina masónica mas que elucubrar machaconamente con una supuesta "muerte espiritual del hombre", haría mejor en asumir que el ser humano, como se ha evidenciado a lo largo de la historia, sólo ha progresado mediante reformas experimentales, basadas en prueba/error/prueba, como tiene escrito Popper.
 
Pero no, la masonería/francmasonería/masonismo te dice que con sólo desearlo y practicar su "método", te convertirás en un "hombre nuevo".

La esquizofrenia de las metas últimas hace imposible todo tipo de racionalidad practica. Jesús Mosterin en su ensayo RACIONALIDAD Y ACCION HUMANA.

Esta es mi respuesta a aquellos que se preguntan: ¿qué es la masonería?. Esa es la masonería y, ése es el daño que puede causar a quienes crean "a pie juntillas" sus postulados metafísicos y, ahí radica, en mi opinión, otra de las grandes falacias de quienes, retóricamente se denominan a sí mismos como constructores de hombres y, realmente sólo se dedican a delirantes y soporíferas disertaciones sobre el mazo y el cincel, olvidándose -quizás conscientemente- de algo tan elemental como que son las obras las que definen y determinan al ser humano.

Cómo escribió Voltaire: La masonería no ha hecho nunca nada, ni lo hará.
 
Aún cuando en masonería todo es retórica y utopía, la única praxis que conozco para "alcanzar el crecimiento personal" que proclaman, es la siguiente, que comienza -según ellos- con la virtud de la humildad y, que en mi opinión, es un auténtico intento de lavado de cerebro en los aprendices, para someterlos a su anticuada doctrina.
 
Cuando han transcurrido 5 ó 6 semanas desde tu ingreso en la masonería, el presidente de la logia te llamará para decirte, que te presentes en el local de la logia, en una tarde determinada.
 
Una vez allí, te encuentras a otro/s aprendices que también está/n esperando a que llegue el "venerable maestro". Cuando éste hace su aparición, nos dice que solicita nuestra colaboración para la limpieza del local. Petición a la que naturalmente asientes, convencido de que es una labor que todos los miembros de la logia realizan; sin embargo, en la tercera ocasión en que estás limpiando el local, preguntas que cuándo le corresponde el turno de limpieza a los "maestros masones" y, te enteras -en mi caso con estupor- que los maestros no limpian, "ésa es una ocupación para los aprendices".
 
Obviamente, en mi caso no volví a limpiar y, cuando me inquirieron sobre el motivo, contesté que solo volvería a hacerlo, cuando los maestros también se ocuparan de esa labor. En ése momento -en mi opinión- me convertí en "enemigo a batir" para esa logia, acostumbrada como estaba al unánime y acrítico "si bwana" de los aprendices.
 
He ahí otro arcaísmo -éste interesado- como todos los que mantiene la masonería. Es decir, seguir considerando que los actuales aprendices son iguales a aquellos niños de corta edad, que los maestros albañiles constructores del gótico, admitían en el seno de sus corporaciones para educarlos en el oficio y para la vida. Patético. Y aún dice otra "perla masónica" que: La masonería es heredera de la Gran Tradición y, por tanto, transmisora de una iniciación virtual que cada masón ha de proponerse hacer efectiva en sí mismo.

El problema con la tradición es que, por muy antigua que sea una historia, es igual de cierta o de falsa, que cuando se inventó la idea original.

Una curiosidad. Algunos de esos "maestros masones" cifran su "crecimiento personal" en desarrollar virulentamente una enfermedad muy común en el masonismo, denominada "mandilitis"; cuya evolución a lo largo del desarrollo de la misma, es conseguir cuantos más grados mejor y con ellos, los consiguientes mandiles que cada uno de esos grados conlleva.

Y para finalizar, transcribo algunas "perlas" de la metafísica y retórica masónicas, extraídas de escritos y libros de masones.


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En el pensamiento masónico, el progreso es una continua asunción del conocimiento depositado en la Gran Tradición, pero ni siquiera por afán de erudición o sabiduría, sino como vía de acceso a la más extrema y perfecta sencillez. Incluso podría decirse que, para los masones, el iniciado de último grado es un hombre que ha alcanzado ese estado que los orientales llaman, por carecer de nombre, el Tao.
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La iniciación masónica es un acceso reglado a un grupo humano que detenta un conocimiento específico, para ayudar al ser humano a un encuentro consigo mismo, que le permita replantear su proyecto vital, desde instancias más originales y congruentes.
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El conocimiento dado por la iniciación masónica, que debe, en nuestro criterio, reemplazar a la moral, tiende hacia el Absoluto. La masonería es otra cosa que una escuela moral. Los iniciados verdaderos se manifiestan en el terreno profano no por su cualidad de masones, sino por un comportamiento que es, de alguna manera, una "reverberación" (un reflejo) de ese hecho.
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Según Thomas Paine: "argumentar con una persona que ha renunciado a la lógica, es como dar medicinas a un hombre muerto".
 


 

sábado, 3 de noviembre de 2007

METODO MASONICO: "La soberanía se ejerce a través del sufragio universal".-3ª falacia de la francmasoneria


No es cierto. El sistema de elecciones en la masonería, es idéntico al que existía en la democracia orgánica del antiguo régimen franquista. Es decir, votan solo determinados niveles del estamento masónico, y en los casos en que todos participan, sólo se votan aquellos asuntos que han decidido previamente los directivos de la logia y, claro es, en ése caso las preguntas se plantean siempre con respuesta inducida.


Una de las votaciones con mayor trascendencia en los grupos masónicos, son las elecciones para elegir los cargos en las logias, votación en que la tampoco -obviamente- puede votarse libremente, ya que son los maestros, quienes deciden aquellos que serán elegibles.


Es decir el "si bwana" funciona en todo momento en la vida de las logias, por lo que si no sabes decir ésa frase, no tienes nada que hacer en el masonismo.


Claro que, no podría ser de otra manera, dado el carácter estamental de esta organización.


El mejor argumento que puedo utilizar, para evidenciar la falacia del principio del método masónico que encabeza este comentario, es la siguiente noticia, que corrobora mis reflexiones en este blog, en las que a lo largo del mismo, afirmo que ni los Aprendices ni los Compañeros, tienen nada que decir en las logias masónicas; que sólo son objetos decorativos para "hacer bulto", sujetos siempre al subjetivismo y discrecionalidad de los auto denominados "maestros masones", que utilizan el tópico iniciático, como barrera de entrada para quienes no comulgan con sus ideas.


Publicada en http://www.lukor.com/ el 28 de agosto de 2007, recogiendo una noticia de Europa Press. Barcelona 16.


""Un sector de la masonería acude a la justicia ordinaria para reclamar la democratización de sus estatutos.


Un sector de masones de la Gran Logia de España, ha acudido a la justicia ordinaria para pedir que se democraticen sus estatutos y que se permita votar para la elección de su líder a todos los miembros de la asociación. Actualmente, sólo pueden hacerlo los Maestros Instalados, una condición vitalicia y honorífica.


Cinco miembros de la Gran Logia, la única obediencia regular en España reconocida, han presentado una demanda ante el Juzgado de Primera Instancia número 47 de Barcelona para pedir que se anule el articulo 12 de los estatutos de la organización, que impide votar a los asociados con el grado de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón. A su entender, dicho artículo vulnera la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Asociación, aprobada en 2002.


Asimismo, los cinco demandantes -que proceden de Galicia, Madrid y Cataluña-, impugnan la asamblea que se celebró el pasado 11 de marzo y en la que resultó elegido como Gran Maestro de la Logia José Carretero, miembro del sector más conservador, frente a José Corominas, miembro del sector más abierto. Carretero fue escogido con tan solo 17 votos de diferencia, en unas elecciones en las que podían participar los 815 Maestros Instalados de España.


Durante el juicio, celebrado hoy, el letrado que representa a los demandantes, Antonio Magaldi, defendió la anulación del artículo 12 de los estatutos y de todos los acuerdos tomados a partir de la asamblea del 11 de marzo. A su entender, "los Aprendices, Compañeros y Maestros son miembros de la logia de pleno derecho y, por tanto, también tienen derecho a voto".


El abogado alegó en sus conclusiones que la condición de Maestro Instalado es "vitalicia" y "antidemocrática", ya que éstos "no representan a nadie, sólo a si mismos", y, por tanto, actúan a su "libre albedrío". Estamos en una asociación de hombres libres, mayores de edad, que no necesitan la protección de una Maestro Instalado y que tienen capacidad para decidir quién quiere que les represente", señaló Magaldi.


Para el letrado, "hay un grupo de personas que se han arrogado la jerarquía de los Grandes Maestros Instalados, que son quienes deciden sobre las cuestiones importantes de la Logia".


Los demandantes, por otra parte, aseguran que existieron irregularidades en la elaboración del censo electoral de la última asamblea, ya que se permitió participar a 123 Maestros Instalados, en su mayoría de origen británico, que carecían de la documentación que acredita dicha condición.


LA DEMANDA ES "DESLEAL", SEGÚN LOS DEMANDADOS.


La abogada que defiende a los representantes de la Gran Logia, por su parte, mantuvo que el articulo 12 de los estatutos no contradice la Ley que regula el Derecho de Asociación, ya que la normativa establece que "se pueden crear diferentes modalidades de asociados con derechos y obligaciones diferentes".


La letrada, Marta Gispert, explicó que "la mayoría de las asociaciones limitan el derecho a voto a algunas clases" y puso como ejemplos la Asociación de Víctimas del 11-M, la Asociación de Geógrafos y la Asociación Española de Pediatría.


Para Gispert, la demanda es "desleal" y la "verdadera razón" que la mueve es el desacuerdo de los demandantes con el resultado electoral del pasado mes de Marzo, ya que hubieran preferido que hubiera resultado elegido Josep Corominas, de talante más progresista y defensor de la modernización de la masonería.


En este sentido, Corominas, que fue Gran Maestro de la Logia durante cuatro años (2002-2006), presentó en junio de 2003 propuesta de modificación de los estatutos aprobados en 1999 para adaptarlos a la Ley Reguladora del Derecho de Asociación, aunque la reforma fue rechazada de forma mayoritaria por los Maestros Instalados, que son los que tienen derecho a voto.


"QUEREMOS VOTAR PORQUE ESTAMOS EN NUESTRO DERECHO".


Josep Corominas, que declaró como testigo durante el juicio, explicó que su objetivo era que todos los miembros de la asociación pudieran votar, aunque la letrada de los demandados le recordó que su propuesta concedía el derecho de voto a los Maestros, pero "seguía dejando fuera a los Aprendices y Compañeros".


Los cinco miembros de la Gran Logia que han presentado la demanda, algunos de los cuales forman parte de la asociación desde 1971, explicaron que ratificaron los estatutos el día de su iniciación, pero destacaron que lo hicieron "en el contexto del respeto hacia las leyes del país".


Según dijeron, la demanda ha sido presentada "por el bien de la asociación" y no porque no estén de acuerdo con el resultado electoral. "Queremos votar porque estamos en nuestro derecho", concluyeron.
 

Y para finalizar, transcribo algunas "perlas" de la retórica y metafísica masonica, extraidas de escritos y libros de masones.

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Y también en el Arte Real de la Vida, que debe enseñarnos la Masonería moderna y futura, la proporción áurea que obedece a la Ley del Pentágrama, nos indica la áurea medida y el justo medio que debemos buscar en todas nuestras actividades y realizaciones, para que en nuestra existencia se manifieste toda la Belleza y Armonía que se encuentra en su Plan Divino.
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La progresiva revelación de cada grado y etapa es igualmente importante: en esto consiste la Igualdad fundamental entre todos los grados masónicos, igualdad que debe seguir reinando soberana de la Masonería, a pesar de la necesaria graduación de las etapas y de esfuerzo y realización.
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El concepto masónico de la Fraternidad supera el estrecho esquema de lo "democrático" en términos profanos. Lo que se expresa exotéricamente como "fraternal" es, esotéricamente el amor platónico. La democracia iniciática es necesariamente consensuada, puesto que emana de "hermanos" en busca común de la Sabiduría y no de "individuos" que representen posiciones de valor absoluto. No es la fuerza del número, sino la de la autoridad intelectual y moral de los planteamientos, la que es coherente con una gnosis iniciática. (El subrayado es mío).

Decía Thomas Paine: "argumentar con una persona que ha renunciado a la lógica, es como dar medicinas a un hombre muerto".
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Me autodenomino LIBREPENSADOR, ya que sigo el pensamiento de JOHN STUART MILL, cuando en su libro SOBRE LA LIBERTAD (1859)dice: SI TODA LA ESPECIE HUMANA NO TUVIERA MÁS QUE UNA OPINIÓN, Y SOLO UNA PERSONA TUVIERA LA OPINIÓN CONTRARIA, NO SERÍA MÁS JUSTO EL IMPONER SILENCIO A ESTA SOLA PERSONA, QUE SI ESTA SOLA PERSONA TRATARA DE IMPONÉRSELO A TODA LA HUMANIDAD, SUPONIENDO QUE ESTO FUERA POSIBLE.