sábado, 5 de septiembre de 2009

MASONERIA Y RELIGION.

Además de los comentarios publicados (sólo he dejado de publicar algunos -pocos- de contenido grosero e insultante), también tengo el honor de recibir otros, sobre temas interesantes, relacionados con las sectas y la masonería, cuyos autores se identifican y que me piden expresamente que no sean publicados. De las sectas, nada puedo decir aquí que esté relacionado con mi experiencia, aún cuando leyendo las acepciones que el DRAE adjudica a SECTA, es inquietante los paralelismos que puede tener con la masonería; en cualquier caso, de la masonería  que conocí, sí  puedo decir algo más.


Pues bien, en un corto periodo de tiempo, dos de esos comunicantes y ya amigos virtuales, me piden mi opinión (una vez más, aviso para mareantes: es mi opinión, sólo eso) sobre el tema del epígrafe. Ahí la llevan, espero satisfacerles.

 
Para comenzar, es necesario aclarar el titulo de esta entrada; la masonería es una religión, porque así la consideran muchos de sus miembros, cuya meta es precisamente, la de "oficializarla" e institucionalizarla como tal religión, al menos así se desprende las siguientes evidencias e indicios:
 
 
Desde su creación en 1.717, la masonería viene utilizando el nombre de GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO para designar un principio espiritual. Ellos dicen que sólo designan ése principio y que cada masón es libre de adjudicarle la denominación que prefiera.

 
Sin embargo, todas las religiones (las importantes, evidentemente más antiguas que la masonería) tienen ése principio espiritual, que según ellas, es el creador de todo aquello que está vivo; principio al que atribuyen un origen sobrenatural.
 

La masonería, al designar el principio asume implícitamente el idealismo, que entiende la vida como un principio espiritual e incorpóreo. Todas las religiones de este mundo, se basan en ése concepto idealista de la vida.


Que la masonería abraza la filosofía del idealismo es evidente. Al menos, recomiendan los escritos del creador del idealismo transcendental alemán, me refiero al filósofo y masón Fichte, cuya filosofía y especialmente su obra "Discurso a la nación alemana", -según reputados críticos- fue el origen del nacionalismo alemán, causante de la mayor tragedia ocurrida en la primera mitad del siglo XX.
 
 
También, en el folleto de instrucción para los aprendices, que en su día me entregaron, se dice: "Los orígenes de la masonería se remontan a la noche de los tiempos y se consideran como pertenecientes a lo sagrado".
 

En esa y otras invocaciones a la sacralidad, subyace la inconfesada y anhelada ambición -de un sector numeroso de masones-, de convertir a la masonería en otra religión ¿laica?...y la mejor prueba, son sus manifestaciones en sentido negativo, que insertan en sus publicaciones y en sus páginas web. Creo que aquí es también aplicable aquello de: Explicatio non petita, acusatio manifiesta".
 

Esa pretensión es apoyada, como he dicho, por una potente corriente de "maestros masones", algunos de los cuales, según sus propias reflexiones en privado, no ven otra salida para mantener la vigencia de la masonería, que cómo ellos mismos reconocen está amenazada de desaparición.
 

Y ello, por que quizás desde que la masonería perdió su vigencia como organización gremial de los antiguos constructores del gótico, ésa es la deriva que le vienen imprimiendo, es decir, intentar convertirla en una religión, para que continúe contra viento y marea. De ahí su exaltación de mitos arcaicos y ritos absurdos, simbolismo arbitrario y metafísica a granel; en pocas palabras, "igualico, igualico, que el defunto de su agüelico", que decía nuestro famoso TBO.
 

Por otra parte, según la Ley de los Tres Estadios de Comte, la masonería, vive anclada voluntariamente en el segundo, es decir, en el metafísico.
 

En las Constituciones de Anderson y Degaüliers (que todas las corrientes masónicas reivindican como el nacimiento "oficial" de la masonería), ya se dice algo a favor de lo religioso, cuando explícitamente escriben "EL MASÓN NO SERÁ UN ESTÚPIDO ATEO".

 
No olvidemos los numerosísimos ritos que emplean, así como los nombres de los cargos de la logia, que ya indican un deseo de sacralidad: Venerable, Guardatemplo, Maestro de Ceremonias, además de los muy sonoros de los llamados grados filosóficos.

 
Esa intencionalidad religiosa desde su fundación, es debida a que sus fundadores (entre ellos sacerdotes) obviamente eran de tradición cristiana y deísta, y que descontentos con las convulsiones religiosas de su país, pretendieron armonizar las distintas corrientes religiosas de la época, sin definirse claramente, (quizás comprensible si pretendían armonizar) lo que propició el surgimiento de las numerosas masonerías, que en la actualidad la convierten en un movimiento inoperativo para los fines que pretendieron sus fundadores y, por ello, falaz en sus actuales proclamas.

 
Es necesario destacar la honradez intelectual de esos fundadores, que simplemente eran hijos de su tiempo, ya que adoptaron el idealismo platónico, que como todos sabemos, constituyó la base para la doctrina de Aristóteles; doctrina que fue "adoptada" a finales del siglo IV y principios del V por los llamados "padres de la iglesia", que obviamente añadieron de su propia cosecha toneladas de misticismo.
 

Doctrina que se convirtió en la base de la cultura y el pensamiento medieval, y que ha permanecido como dogma de fe, entre la sociedad..., al menos entre una parte de ésa sociedad.
 

Esas son las fuentes de las que beben los masones.

 
Una de las evidencias son los prolijos rituales que utiliza la masonería para la exaltación de los símbolos masónicos, que la convierte de hecho (aún no de derecho) en una religión sin nombre, pues, en esos rituales se pronuncian continuas invocaciones A LA GLORIA DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, eufemismo que utilizan con clara connotación divina.


Esa invocación -sin asomo de duda- a pesar del distinto sentido que ahora le imprimen los actuales masones, estaba referida al dios de la Biblia, ya que en 1717 no existían en Londres otras religiones públicas.

 
Invocaciones que repiten en todos sus rituales, como si de un mantra hindú se tratara, y con el que incluso encabezan sus escritos, mediante el acrónimo ALGDGADU; ergo no deberían negar que son deístas.

 
Por ello, en mi opinión es un contrasentido, que constantemente utilicen esa expresión y, seguidamente se autoproclamen como librepensadores.

 
Otro ejemplo -entre los numerosos que pueden seleccionarse- del inconfesado deseo de un altísimo porcentaje de masones, para que la masonería sea considera como otra religión, es la utilización que hacen del adjetivo PROFANO, y que aplican a los no masones.

 
Como sabemos, PROFANO viene del latín PROFANUM: el lugar delante del templo, fuera del templo. El profano pues, está desplazado de lo sagrado, a la esfera de lo exterior a la religión.

 
También, antónimos de PROFANO son: Sagrado, Religioso, Bendito, Eclesiástico, Sacrosanto, etc. etc., que ya nos proporcionan pistas sobre los anhelos religiosos de los masones, que tan profusamente utilizan el adjetivo de profano.

 
Otro dato significativo, que denota sin lugar a dudas, le intencionalidad de la masonería y su mimetismo hacia la religión, es que también los masones denominan TEMPLO al local donde se reúnen.
 

Quizás, algunos  masones desconocen que la motivación de los templos de todas las religiones, es la de que los  fieles se sintieran más cerca de su Dios.

 
Y también que el diseño y las medidas de las catedrales góticas están inspiradas en el Templo de Salomón, según la Biblia, pues, era la casa de Dios en la Tierra.

 
Ese mimetismo es de tal intensidad, que llega hasta el punto de  que la masonería dispone de un ritual específico para la CONSAGRACIÓN DE UN TEMPLO MASÓNICO, en el que entre otras perlas, se dice: "Estos símbolos pertenecientes a una Alta y Lejana Tradición, están custodiados más allá de los límites conocidos por AQUEL o AQUELLO que responde a la creencia o filosofía de cada masón".

 
Otro ritual -a imitación de la liturgia católica- que ejecutan los masones, es el de Honras Fúnebres, y   con  el que evidencian su doctrina, ya que en él, hacen numerosas menciones al ORIENTE ETERNO.

 
Es decir, al hacer mención al ORIENTE ETERNO, su implausible doctrina proclama y acepta que nuestra mente, personalidad o "alma", sobrevive a nuestra muerte corporal.

 
Con ello, -al igual que hacen todas las religiones-, manipulan la psicología humana, al convertir las ilusiones en deseos y estos en creencia religiosas.

 
Lo cierto es que algunos masones creen; otros denotan que creen que no tienen creencias y, el resto busca algo en que creer.

 
Aclaro que los símbolos a que se refieren, son: Biblia católica, escuadra y compás, que en todas las logias están expuestos en un atril situado delante del venerable maestro (presidente de la logia, en argot masónico) y que en sus rituales se utilizan dicha Biblia y sus Evangelios.

 
En el Rito Francés que practica el Gran Oriente de Francia, que suprimió en sus logias la Biblia católica (o cualquier otro libro "sagrado"), ya que no afirma la existencia de Dios, se piensa que la masonería es "la religión del mañana", según Jean Mourgues en "El pensamiento masónico".

 
Quizás esa afirmación, esté en consonancia con las Constituciones de Anderson, que dicen explícitamente que los masones son "de la religión universal" (deber VI, 2). Y de dichas constituciones, los masones nunca han derogado ni una sola coma.

 
Todo ello, es evidencia de que la masonería -al menos la española- practica el deísmo cristiano, que sin duda, les encantaría elevar a religión con nombre.

Observar sus rituales, es cerciorarse de que ya es una religión, y quizás no se ha establecido como tal, dado su atomismo y enfrentamientos entre las distintas "obediencias". Si consiguiera unirse y aglutinarse, estoy seguro que se anunciaría como tal.
 

De ahí, en mi opinión, que el antagonismo mutuo entre la religión cristiana y la masonería, pueda ser fácilmente entendible, ya que aquella (al crearse la masonería) presentía una amenaza para su poder de influir y dirigir a sus fieles, y ésta pretende -desde siempre- una porción del pastel.

 
Afortunadamente, el racionalismo crítico de la actual sociedad española, que ya hace algunos lustros que se desprendió de los yugos y de las orejeras, que les habían tenido colocadas durante siglos de obscurantismo religioso y político, durante los cuales, el único alimento cognitivo disponible, era la metafísica, ha propiciado que la gran mayoría de ésa sociedad viva de espaldas a la religión y por supuesto a la masonería, que muchos ni siquiera saben que existe.

 
En resumen, la creación en 1717 de la masonería, fue el intento de amalgamar distintas percepciones sobre la religión, adobándolo con los valores morales imperantes en aquella época y, si entonces quizás tuvo algún sentido, en la actualidad carece de él, ya que sus "herederos"·, siguen manteniendo concepciones sobre la naturaleza humana, que son precientíficas, pues, las basan en el pensamiento mágico y en la construcción de mitos, que son, sin duda, un salto de fe más allá de las evidencias empíricas.


 
La masonería actual, con sus especulaciones metafísicas, no ha contribuido para nada al progreso de la humanidad, ya que para sus informes sobre la realidad, utilizan datos religiosos, míticos, poéticos o literarios (con todos mis respetos para las artes citadas), y que al pretender hacerlos coincidir con sus analogías simbólicas, solamente obtienen resultados irreales.


 
No admiten (al menos no se refieren a ello en sus proclamas), que la naturaleza humana sólo progresará utilizando los medios que nos proporciona la ciencia y la tecnología, con los cuales, sí es factible que los seres humanos resolvamos nuestros propios problemas, y ello, porque ambas, ciencia y tecnología, ya han demostrado empíricamente sus efectos positivos para el bienestar de la humanidad, mejorando las condiciones de vida, lo que conlleva un aumento de libertad y de la felicidad individual.

 
Y desde luego, en sus peroratas metafísicas obvian que la ciencia ha desenmascarado la metafísica religiosa (y por extensión la masónica) en tres memorables ocasiones:

 
1ª: Cuando Copérnico demostró que la Tierra no era el centro del Universo.

 
2ª: Cuando la teoría de Darwin nos mostró que el ser humano es parte del reino animal.

 
3ª :Cuando Freud evidenció que no sabemos lo que ocurre en nuestro interior, pues, desconocemos nuestra   psique.
 

Dice Michio Kaku en su "Física de lo imposible": Los físicos actuales comprenden las leyes básicas que cubren un extraordinario dominio de cuarenta y tres órdenes de magnitud, desde el interior del protón al universo en expansión.
 

Es decir, sólo la ciencia podrá decirnos -algún día- quienes somos, cual es nuestra procedencia y hacia donde nos encaminamos. En ése momento, podremos establecer nuestros auténticos valores. Hasta entonces, en mi opinión, nos basta con asumir y hacer cumplir los valores que propugna la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que ésa sí, son alforjas con las que se puede transitar por la vida.
 

P/S:
 

Un comunicante anónimo, me llama la atención sobre dos "perlas" que ha localizado en la red, relacionadas con el tema religioso en la masonería. Una de ellas, está publicada en:
 
 
 www.masoneríaparatodos.blogspot.com y dice así.
 

¿ES LA MASONERÍA UNA RELIGIÓN?
 

Planteamiento de Daniel Hernández.
 

Es muy raro ver los conceptos aca expresado, todos son provinientes de una posición religiosa. Pareciera que se les olvidara que la masonería con todos sus ritos y juramentos también constituye una religión, con un poco más de profundidad, logicamente. Cuando alguien tiene contacto con lo trascendente entiende que todos somos humanos y por lo tanto cometemos errores, sean masones o católicos.
 

La contestación que recibe a su pregunta, es lo interesante. Explícitamente reconocen que la masoneria es una religión (lo subrayo en negritas) en "algunos ritos"; precisamente en los ritos que tienen mayor difusión y pratica entre los masones. La respuesta, en mi opinión, no ha sido muy afortunada, ya que refuerza la idea contraria que pretende expresar.
 

Respuestas de Rosa Maria Gonzalez Chavez.
 

Esto me parece sumamente importante aclarar y es que la Masoneria NO ES UNA RELIGION. Podríamos hablar extensamente de ello, pero prefiero darles las definiciones del Diccionario de la Lengua Española en cuanto al término Religión:
 

1.f. Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de practicas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto.
 

(La masonería, con sus constantes y repetitivas invocaciones "A LA GLORIA DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO", evidencia creencias, veneración y temor, y posee normas de conducta individual y social así como prácticas rituales y oración, pues, ¿Qué son si no, las invocaciones?).

 
2.f. Virtud que mueve a dar a dios el culto debido.
 

(Repito, las invocaciones a la divinidad ¿no es culto?.).
 

3.f. Profesión y observancia de la doctrina religiosa.

 
(Que la masonería se basa en una doctrina, es evidentísimo).
 
 
4.f. Obligación de conciencia, cumplimiento e un deber. La religión del juramento.

 
La Masonería proclama la obligación de conciencia hacia su doctrina, así como cumplir con los deberes que preconiza, y se realizan juramentos en sus ritos.
 

5.f. Orden (instituto religioso).
 

La masonería se jacta y se autoatribuye la condición de "augusta institución".
 

Pues bien, la Masonería es adogmática, no ejerce el culto por ninguna divinidad (salvo algunos ritos que dedican sus trabajos a la gloria del Gran Arquitecto del Universo), no se profesa ninguna doctrina religiosa, y lo que si, tenemos una obligación de conciencia y la responsabilidad de cumplir con nuestro deber, lo cual es deseable en cualquier ser humano, se sea ateo, religioso, adogmático, etc.
 

Pienso que sería una religión solamente en el sentido ETIMOLOGICO (religión = re ligare = reunir lo disperso.
 

Como expreso en un comentario en esta entrada, las evidencias podría ser interminables.
 

Y la otra perla, describe fielmente la masonería,  y está publicada en http://www.corazones.org/
 

La masonería se presenta como una organización de orientación filosófica, pero en realidad tiene las características de una religión: Da culto al "Gran Arquitecto del Universo", formula sus propias doctrinas, por ejemplo sobre el camino de salvación y la retribución después de la muerte. Tiene su propio código moral, templos, altares, jerarquía, ritos de iniciación y ritos fúnebres, vestimentas, rituales, días festivos y oraciones propias.

 
Si hubiera conocido la descripción anterior sobre la religión en la masonería, no hubiera publicado esta entrada, o la hubiera tomado como referencia para ampliar los conceptos, ya que en pocas frases, disecciona la realidad religiosa de la masonería, que realmente es la RELIGION MASONICA (ofrezco esta denominación a los masones...creo que suena bien).

 
Saludos cordiales.

 
P/S del 31/07/2011:

 
Un amable lector de este blog, (supongo que también ex-masón), me envía escaneadas varias páginas de, al parecer, un manual para uso interno de masones, publicado por la GLSE, titulado CEREMONIAL MASONICO, y entre las varias "perlas" que me subraya, aparece una que deseo consignar en esta entrada, ya que contradice las manifestaciones públicas de los masones, respecto a la religión, la frasecita está encuadrada en las instrucciones que imparte a sus miembros la "alta jerarquía masónica", para usar en el juramento de cargos de la logia, y dice: "ME COMPROMETO POR MI HONOR Y FE MASONICA".

 
Según el DRAE, el vocablo "fe" significa:

 
Acepción  2ª: Conjunto de creencias de una religión.

 
Acepción 3ª: Conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud  de personas. 

 
Es decir, "blanco y en botella". Por otra parte, en absoluto es reprochable que profesen su "fe masónica"; lo reprobable es que la reconozcan en privado y la nieguen en público.



Fografía que tomé en la catedral de Notre Dame, en mi última visita a Francia, ¡que gran país!.

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Me autodenomino LIBREPENSADOR, ya que sigo el pensamiento de JOHN STUART MILL, cuando en su libro SOBRE LA LIBERTAD (1859)dice: SI TODA LA ESPECIE HUMANA NO TUVIERA MÁS QUE UNA OPINIÓN, Y SOLO UNA PERSONA TUVIERA LA OPINIÓN CONTRARIA, NO SERÍA MÁS JUSTO EL IMPONER SILENCIO A ESTA SOLA PERSONA, QUE SI ESTA SOLA PERSONA TRATARA DE IMPONÉRSELO A TODA LA HUMANIDAD, SUPONIENDO QUE ESTO FUERA POSIBLE.