lunes, 14 de marzo de 2011

MASONERIA. Sus múltiples orígenes, según los masones.

La lectura de un ensayo –sin relación con la masonería-, me remitió a la obra de Umberto Ecco, y en concreto a su excelente novela titulada “El Péndulo de Foucault”, de la que releí algunos capítulos.

Al buscar esos capítulos, tropecé con un diálogo en el que Ecco pone en boca de uno de sus personajes, el relato del origen de la masonería; diálogo que no recordaba y que sin embargo, en ése momento, despertó mi curiosidad por leer algo más de lo publicado sobre el tema, pues, en mi caso, sólo había leído que la masonería fue creada “ad hoc” en 1717, cómo ya he comentado en otro lugar de este blog.

Con ése propósito, me convertí en “ratón de biblioteca”, consultando en la biblioteca pública sus fondos sobre masonería. Tampoco olvidé la www y, en éste caso lo hice a modo de auditor, seleccionando aleatoriamente páginas webs de logias masónicas  ó de masones a titulo individual, en las que se hicieran  referencias al origen de la masonería.

Al finalizar ésa prospección, pude constatar que los masones poseen  y publican, múltiples versiones sobre el origen de la masonería y, algunas de ellas verdaderamente delirantes por fantásticas y otras, hilarantes por cómicas; eso sí, todas ellas denotan que son productos de mentes desbordantes de imaginación y devotas de la ciencia ficción.

Ahí van algunas de esas versiones, que resumen –en mi opinión- toda la hojarasca publicada sobre el asunto. Como antes he dicho, son párrafos tomados aleatoriamente,  en su mayoría de “sesudos textos masónicos”.

Sin embargo, el que transcribo en primer lugar, corresponde a un libro sobre masonería, cuya lectura fue recomendada “dada la trascendencia que tendrá para ti como aprendiz masón, por el conocimiento que adquirirás con ése libro” por un “maestro masón”  al mismo amigo que me facilitó la carta que he transcrito en la entrada anterior: "Antimasonería en la … masonería".

Para C. Knight y R. Lomas el origen de la masonería habría que remontarlo a las tribus que durante la Prehistoria llevaron a cabo la construcción de los monumentos megalíticos y, de manera especial, aquellos en los que se combinan –supuestamente, todo hay que decirlo- el dominio de la construcción y de la astronomía. Tal sería presuntamente el caso de Newgrange en el río Boyne y del famoso Stonehenge. Según estos autores, la masonería ya habría existido, por lo tanto, en un periodo de tiempo situado entre los años 7100 y 2500 a.J.C. Esa sabiduría concentrada en torno a observatorios astronómicos –la máquina de Uriel, por seguir el vocabulario de Knight y Lomas- habría sido llevada a Oriente con anterioridad a un diluvio que asoló el planeta y que habría tenido lugar en torno al año 3.150 a.J.C.

Ya puestos a documentar el origen de la masonería, quizás lo extraño es que no adjudiquen el nacimiento de la misma a los primeros organismos unicelulares procariotas, que se formaron hace 3.500 millones de años y, de los que derivamos todos los organismos, ¡también los masones, claro!.

Se ha dicho que la Masonería posee un origen inmemorial, que estaría en los Vedas hindúes (GUÉNON) o bien en el GÉNESIS (Anderson) y que habría tenido una historia subterránea.

Es evidente que esta versión del origen de la masonería, subliminalmente pretende remitir a lo místico, lo inefable y divino del conocimiento, así como que la masonería es la depositaria de antiguas tradiciones gnósticas.

Existe una leyenda o tradición masónica, que menciona que los constructores de la Torre de Babel, eran unos primitivos francmasones y, que estos desde antes de los albores de la historia, formaban un grupo de hombres sabios o “maestros” que han velado por el destino de la humanidad y han intervenido, de vez en cuando, para advertir de calamidades ó cambiar el curso de los acontecimientos, introduciendo nuevas formas de pensamiento según las necesidades que imponía el cambio de los tiempos.

¡Cómo es posible ser y parecer tan absolutamente ridículo!. Quienes esto escriben, ¿no tienen sentido del ridículo?. ¿Tan abducidos están por las patrañas que les cuentan, que no tienen empacho en publicar tan pésimas historias de ciencia ficción?.

Es entonces en Egipto en donde surgen las primeras “logias” o sociedades secretas integradas únicamente por judíos y es por eso que algunos aspectos de la masonería tienen cierta influencia judía. De todo esto podemos acaso deducir con propiedad la introducción de la antigua masonería entre los egipcios.

Sí, sí; al parecer según “el autor” los “paleoantropólogos masones” deben poseer evidencias que así lo atestiguan, supongo. Reflexiones cómo la anterior, inducen a sentir “vergüenza ajena”; patético.

La masonería desciende, ó está fundada, sobre una religión universal impartida divinamente que antecede al primer dato de la creación como está indicado en nuestra Biblia.

Esta debería haber sido la noticia más importante de la historia de la humanidad. La masonería fue fundada antes de la creación del universo, y además,  desciende por línea directa de la “madre de todas las religiones.!. Bochornoso.

Y es eso precisamente lo que aquí nos interesa destacar ante todo, el hecho que la masonería no sólo ha sido conformada en ese “instante” fuera del tiempo y siempre presente en la Edad de Oro, sino que dicha conformación ha sido el resultado de una revelación divina, que la legitimiza cómo única y original.

Es decir, la divinidad ¿Cuál de ellas?, les “reveló” a los masones que eran únicos y originales, ya que así lo era la masonería que “él” les otorgaba. Ahora me explico la suficiencia de los “maestros masones” cuando dicen aquello de “no estarías preparado para recibir la luz masónica y comprender sus misterios”. Ante ello, mi única duda, es elegir la rama de la medicina, donde deberían ser derivados quienes escriben esas informaciones.

Por tanto, en vista de todas estas consideraciones, y de todas las pruebas que sobre este particular pueden reunirse, con seguridad datamos la antigua masonería como institución regular del reinado de Salomón, durante la construcción del Templo. La época de que se trata es el año 3.012 antes del nacimiento de Cristo.

Los primeros rituales, basados en las tradiciones bíblicas (por descansar en ellas principalmente la fe de sus redactores), nos dicen que “Adán fue iniciado al Oriente del Edén, por el Gran Arquitecto del Universo en todos los ritos de la masonería”, significando esto, evidentemente, que los orígenes de la masonería deben hacerse remontar hasta la primera sociedad humana.

La masonería, debe, pues, haber existido y florecido entre los tirios, casi en el mismo grado que entre los judíos.

Aquí podrían también incluir a los troyanos.

En general, hay fundamento para creer que muchos de los generales romanos, eran masones.

 ¿Por qué no citan a los generales cartagineses?.

Pitágoras es considerado como fundador de la institución de los druidas, y como siempre se ha creído que fue masón, tenemos fuertes razones para imaginar que los druidas conocieran algo de la masonería. Encontramos que la masonería existió entre los antiguos bretones y galos, antes de que hubieran sido conquistados por los romanos.

Les ha faltado adjudicar la condición de masón a Asterix y Obelix.

Según Herni Martin, historiador francés del siglo XIX, la masonería se remonta a la Massenie du Sanint Graal, orden ascética de caballería de los siglos XII y XII.


Disparan a todo lo que se mueve, no dejan títere con cabeza.

Nos encontramos, pues, con que es probable que la masonería haya existido en Inglaterra desde el tiempo de los druidas, cuando ellos recibieron la enseñanza de Pitágoras por el año 500 antes de Cristo.

Como acontece en toda Organización Iniciática, capaz de religar al hombre con su Origen, hemos de citar a la Atlántida y la Hiperbórea como cuna de la masonería. Y va de suyo que esta impresionante genealogía en la cual están comprendidos los dioses, los sabios /sacerdotes) y los reyes (tanto de Tiro e Israel, como de Escocia): la realiza no desdeñaba la construcción y el rey era un maestro operativo más) conforma un ámbito sagrado, un espacio interior construido en silencio, lugar donde se efectivizan todas las virtualidades y así puede reflejarse el Ser Universal de modo especular, la logia masónica, como se sabe, es una imagen visible de la logia invisible, como el logos es el despliegue de la Trinidad de los Principios.

¡Que afán de clero y nobleza, mezclando “churras con merinas”!.


Todas estas milongas, son las que inducen a confusión y en algunos casos a creer en ellas, a bastantes “aprendices masones” crédulos con todo cuanto les “transmiten” sus maestros masones.

Otros "eruditos autores masónicos" no manifiestan ningún rubor, al hacer fundador de la masonería a Noé, Enoch, Moisés, Julio Cesar, Alejandro Magno, Jesucristo, Zoroastro, Confucio y otros también atribuyen su fundación a los Rosa-Cruces, judíos y jesuitas, sin olvidar a los esenios, albigenses y maniqueos.

Pues bien, todas esas explicaciones sobre el origen de la masonería, están construidas desde la metafísica, es decir, desde la nada, por lo que han de recurrir necesariamente a todos los mitos y leyendas fantásticas habidas y por haber, para adornar profusamente su origen.

En resumen, después de verificar personalmente –como he comentado en otra entrada del blog- la “mandilitis aguda” que sigue aquejando  a los actuales masones, y que al parecer es una enfermedad endémica de la masonería, no me cabe la menor duda que es cierta la siguiente tesis, que he leído en no recuerdo que texto:

“La masonería fue creada ad hoc para –utilizando los gremios de albañiles, cuyas logias languidecían por falta de encargos- satisfacer los egos de burgueses adinerados, que no pudiendo acceder al boato de la nobleza de la época, crearon la masonería, con sus simbolismos y rituales, que les permitían adornarse con medallas que se concedían recíprocamente, bandas y mandiles.


Y aquí tenéis un documento gráfico, que corrobora la anterior reflexión:






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Me autodenomino LIBREPENSADOR, ya que sigo el pensamiento de JOHN STUART MILL, cuando en su libro SOBRE LA LIBERTAD (1859)dice: SI TODA LA ESPECIE HUMANA NO TUVIERA MÁS QUE UNA OPINIÓN, Y SOLO UNA PERSONA TUVIERA LA OPINIÓN CONTRARIA, NO SERÍA MÁS JUSTO EL IMPONER SILENCIO A ESTA SOLA PERSONA, QUE SI ESTA SOLA PERSONA TRATARA DE IMPONÉRSELO A TODA LA HUMANIDAD, SUPONIENDO QUE ESTO FUERA POSIBLE.